La casa de la Palmera es una vivienda adosada a una medianera ubicada en el barrio del Cabanyal. Este barrio ha sido centro de problemas sociales, económicos… a lo largo de años, hasta hoy en día, que continúan luchando contra estos para defender su patrimonio. Rodeado de arquitectura portuaria-marinera, familias tradicionales, historia que forma parte del patrimonio de la ciudad, una situación próxima a la costa valenciana, todo ello hace del Cabanyal uno de los barrios con más personalidad de Valencia y que por desgracia lo vemos en periodo de abandono.

La parcela sobre la que trabajamos, es una de las ubicaciones claves de la historia del barrio. En 2008, el plan urbanístico de extensión de la Avenida Blasco Ibáñez hasta el mar, contó con el derribo de una serie de viviendas, entre ellas, la casa de la palmera. Este nombre que recibe el proyecto, hace memoria a la antigua vivienda y a sus preexistencias, ya que son el punto fuerte del proyecto, tratará de unificar lo existente con la nueva construcción, recordar la memoria de la casa y el hogar que fue para la familia.

Lo viejo y lo nuevo, lo artesanal y lo industrial son las palabras con las que se define el proyecto.

El objetivo primero ha sido preservar la medianera, conocer su materialidad original e integrarla en el proyecto. Para ello, se ha optado por una estructura metálica vista. Con la finalidad de enfatizar esta perspectiva desde el interior hacia la medianera y las relaciones entre los espacios, se crea un patio interior que alcanza las tres alturas. Casi de igual modo, el patio de la palmera conserva lo existente y será lugar de encuentros familiares, creando a su vez un recorrido visual y un limite casi inexistente entre el exterior e interior, establecido por unas grandes carpinterías que abren a los patios.

Mantiene un diseño funcional con una gran flexibilidad en los espacios. Parte de un esquema claro y rotundo, dividida en tres módulos de proporciones similares con dos núcleos que actúan como articulación vertical sobre los que se organiza el programa. Cada una de las estancias mantiene conexión con las demás, de tal forma que cada planta actúa como un espacio diáfano que solo deja independientes las habitaciones, pero tienen la posibilidad de no estarlo.


MATERIALIDAD:

Mantenemos la materialidad original y en la nueva prolongación sobre la medianera, un cerramiento de ladrillo visto para que funcionen en relación. Además, este patio adosado a ella recibirá una iluminación indirecta a través del lucernario retráctil. Los nuevos materiales mantienen el espíritu de las viviendas tradicionales del barrio que se adaptan a los nuevos avances y requisitos del programa. Veremos la combinación de madera en las puertas correderas del interior, pavimento de terracota artesanal en las zonas de los patios y el resto de la vivienda mantiene un laminado de madera uniforme. Esto se combina con las piezas de mobiliario que serán también de madera. También será importante la presencia de las celosías cerámicas para introducir luz natural.  Todo ello hace destacar la rugosidad e imperfección de la medianera.