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E01 | A LA ZAGA

Casa Hooper II | Marcel Breuer

Marcel Breuer, nacido en Hungría en 1902, vivió durante su juventud la primera guerra mundial. Su interés por las artes y el cambio de mentalidad producido por la Gran Guerra le llevó a iniciar sus estudios en la Bauhaus en 1922, donde adquirió conocimientos sobre diseño de mobiliario y arquitectónico, ligado al avance en nuevos materiales, como el acero y el vidrio. A lo largo de estos años, conoció multitud de otros creadores que produjeron una evolución hacia un punto de equilibrio entre utilidad y diseño. Así pues, siguió experimentando con nuevos conceptos, destacando sobre todo la relación entre la arquitectura y la naturaleza, o la unificación de ideas contrapuestas. 

 

                  “La formación del suelo, los árboles, las rocas - todo ello influirá sobre la forma de la casa, todo ello sugerirá sobre el diseño del edificio. Son un punto de partida importante para cualquier construcción. El paisaje podría atravesar el edificio, el edificio podría interceptar el paisaje.” (1)

 

Tras diversos trabajos en Europa, se desvinculó de su compañero Walter Gropius (Bauhaus) y fundó su propio estudio en 1941, tras mudarse a Estados Unidos. Es en este momento cuando sus proyectos comenzaron a remitir a la tradición americana del cottage. Esta tipología eran construcciones destinadas a modo de refugio en plena naturaleza. El esquema de estas viviendas se organiza formando una única estancia articulada en un centro, como vemos, por ejemplo, en la Caesar Cottage. En este primer caso, todavía no encontramos la presencia de un patio. En cambio, sí trabaja la relación interior-exterior y la separación funcional con la presencia de una terraza. Más tarde, deberá atender a programas domésticos más complejos, surgiendo así la bi-nuclear house. 

 

El concepto de vivienda binuclear se presentó por primera vez en un concurso en 1943, en el que trataba de investigar sobre el modo de vida de la clase media acomodada. Su primer proyecto de vivienda binuclear es la casa Robinson en 1946, donde vemos que el volumen de la vivienda empieza a disgregarse, mientras que el patio y la terraza no terminan de congeniar. El concepto de binuclear establece una separación de las estancias privadas y públicas que están enlazadas por un conector. De modo que en este caso ya vemos una idea de patio, pero aún imprecisa, que más tarde en la casa Clark el patio cobra mayor protagonismo. El punto conclusivo está marcado por la casa Hooper II, donde resuelve el programa doméstico en dos núcleos, separando zona privada y pública, y el patio se acaba consolidando, y a la vez que forma parte del programa de la vivienda, establece una relación con el exterior. 

 

La Casa Hooper II acabó siendo el mayor exponente de la tipología binuclear. Marcel Breuer, a lo largo del desarrollo de sus obras en este campo, se fue influenciando de otros arquitectos que desarrollaron viviendas similares. En la vivienda que tratamos vio una referencia clara en la Casa Noyes, de Eliot Noyes. En esta vivienda podemos ver una composición muy simple, a base de dos muros opacos paralelos que dejan un espacio entre ellos suficiente para la resolución del proyecto. Se zonifica el espacio restante de manera contrapuesta, siendo una zona de día y la otra de noche. La relación entre ambas se realiza mediante un patio cuadrado central y dos comunicaciones superior e inferior. De esta manera, queda una vivienda que mira a lados opuestos según la función interior y un patio que lo estructura y relaciona. Marcel Breuer trató de copiar la forma genérica y la funcionalidad de la Noyes en el caso de la Hooper II, adaptándola al programa que le requirió la clienta. No obstante, se encontró con un hándicap que le obligó a cambiar de facto la idea primaria.

 

“Como saben, me impresionó notablemente la casa de Eliot. Pero debido a que nuestra principal vista se encuentra al este hacia el lago, no deberíamos tener el mismo muro opaco al lado este.” (2)

 

El principal problema que encontró para hacerlo fue el propio emplazamiento de esta nueva obra. Debía aprovechar al máximo las vistas al lago. Cerrarse a él por completo, o al menos una parte de la casa, no era una opción viable. Así pues, en lugar de mantener dos circulaciones paralelas en torno a un patio cerrado como hizo Eliot, propuso adosar el patio al lado que daba al lago, consiguiendo así crear una única circulación inferior y la enfatización de la perspectiva desde los interiores de las zonas de día y de noche. Además, esto le permitió cumplir con los requerimientos climáticos que la zona exigía y que pretendía incorporar a la vivienda. “La casa debe estar en el punto más alto posible al frente oeste del lago, alejándose de los caminos, para orientarse a los vientos del noroeste y evitar la humedad del agua. … Los vientos de verano son mayoritariamente del noroeste y suroeste, luego deberemos crear necesariamente una corriente este-oeste para evadir una burbuja de calor.” (3) Adosar el patio al lado este le permitió crear un hueco que posibilitará una circulación de aire continua y, a la vez, desplazar la zona de visión tanto de la zona de día como de noche en torno a la perspectiva deseada: el lago.

 

El entorno próximo al lago estaba sin urbanizar, en medio del bosque. Marcel Breuer tuvo que buscar la solución más eficiente y adaptada para el acceso rodado a la vivienda y su emplazamiento óptimo. Tras elegir el punto más alto frente al lago, modificó deliberadamente el terreno, aunque no en gran extensión, para adecuarlo a la intencionalidad de la vivienda, poniendo más énfasis en la entrada y la privacidad de las zonas interiores, donde creó una gran pendiente en bajada posterior para liberalizar el terreno y alzarlo frente al resto. El parking y zona previa de entrada eran planos, aunque a cota distinta, conectados por una carretera simplificada que discurría por las pequeñas pendientes de la zona. “La nueva carretera en la nueva propiedad debería estar hecha con perspectiva a futuro para otras viviendas que puedan construirse. Igualmente, los costes de colocar una nueva carretera son realmente altos, así que deberíamos mantenerlo lo más simple posible” (4)

 

El esquema de vivienda binuclear de Noyes le permitió organizar el programa en dos volúmenes (zona de día y de noche) separados por el patio central y enmarcando las vistas al lago. “Pero no es sólo eso: también un principio arquitectónico basado en la tensión espacial que provoca la escisión de la casa en dos núcleos conectados por un vestíbulo que actúa a modo de puente entre ambos y resuelve el sistema de acceso. El desglose del volumen en dos partes crea una brecha a través de la cual el espacio exterior penetra en la casa y la atraviesa virtualmente.” (5) 

 

Concretamente, el programa que debe de resolver según las necesidades de Ms. Hooper es el siguiente: para la zona de noche, un dormitorio principal, un dormitorio de invitados y cuatro dormitorios para los niños, todos ellos con baño. Mientras que la zona de día, una pequeña galería, una cocina, una sala de estar, un comedor y una zona de trabajo.  

 

Para complementar estas necesidades el proyecto se inició con una serie de requisitos extra, como la presencia de un establo y un garaje. “El garaje debe de estar estéticamente relacionado con la casa. A una distancia superior de cien pies y no debe de estar directamente al oeste. El establo debe contar con una corriente de aire este-oeste, con agua y con luz pero sin insolación” (6) De modo que se añaden dos nuevos volúmenes que deberá integrar, los que más tarde contarán con una evolución hasta el proyecto definitivo. 

 

Inicialmente, Breuer planteó dos muros opacos en el este y oeste de la vivienda, un patio con una salida al exterior, una pequeña terraza y los dos volúmenes independientes. En primer lugar, el volúmen del garaje lo ubicó frente a la entrada, unido a la vivienda mediante un pavimento. Por otro lado, el establo aparece en el norte a la misma cota, resolviendo así los requisitos iniciales, así como la corriente este-oeste para el establo y la distancia entre el garaje y la vivienda. 

En su interior, encontramos a la izquierda la zona de día y a la derecha la de noche, con dos aberturas a los exteriores a través de los planos de vidrio.  De tal forma que, contando con la presencia del río en el este, las estancias no se abren al paisaje de frente ya que por el contrario lo hacen en sus laterales. 

 

En su siguiente diseño mantuvo el garaje a la misma cota, pero ahora lo separa de la vivienda eliminando el pavimento. Creó un nivel subterráneo donde ubica el establo, pero sin acceso desde la carretera. Así pues, poco a poco la vivienda va adquiriendo un volumen más unitario e independiente. Cabe destacar que recurre de nuevo a la terraza, creando ahora diversas salidas al exterior desde esta y el patio, aprovechando así la diferencia de cota provocada. También, realizó una prolongación de los muros para solucionar el desnivel y conseguir privacidad. 

 

En la propuesta final, Breuer cambió radicalmente la distribución interior de la vivienda, dando lugar a una nueva composición mucho más eficiente. Las zonas de día y noche rotaron su posición. Donde estaba antes la zona de noche, ahora estaba la de día y viceversa. Con esta decisión, consiguió uno de sus objetivos iniciales con aún más claridad: dirigir las estancias hacia la vista principal: el lago. Colocar las habitaciones al lado norte permitió abrirlas al este a través de un panel de vidrio antes colocado al sur. La zona de día, al pasar a sur, abrió tanto a esta orientación como a este, y protegida por los árboles, no encontraría problema con la insolación. La nueva distribución liberalizó mucho más el muro este, rompiendo con la idea de la Casa Noyes. Además, y como segunda novedad, el garaje se desvinculó plenamente a nivel visual y compositivo del volumen principal de la vivienda y pasó a unirse al establo en el nivel subterráneo. El establo, por su parte, ganó iluminación cenital al abrirse un pequeño hueco superior, permitiendo así entrada de luz pero evitando el sol directo. En conjunto, creaba una conexión interior desde la vivienda al garaje/establo, potenciando la forma pura del volumen y su adecuación al clima y a los requisitos exigidos. Por último, el cambio más notable y probablemente más representativo de la casa hoy en día fue encuadrar las vistas desde el patio interior al lago. En lugar de quebrar el muro dejando un espacio de paso al exterior, se decidió por enmarcar la vista creando, de forma literal, un rectángulo hueco en medio del muro, cerrando así la circulación y destacando mucho más la idea principal de perspectiva junto al eje central que creaba el patio respecto a la entrada y las zonas funcionales en cada lado de la vivienda.

 

Tras analizar la evolución, comparando su primer diseño respecto al último, vemos que ha conseguido remarcar el eje principal purificando mucho más la pieza que compone la vivienda, y enfatizando la perspectiva.

 

(1) Marcel Breuer. “Architecture in landscape” en Marcel Breuer: Sun and Shadow. The philosophy of an architect (New York: Dodd, Mead & Company, 1955), 41.

(2) Marcel Breuer. Carta a Ms. Hooper, 07.01.1957. Baltimore, EE.UU. Fuente: Marcel Breuer Digital Archive. 

(3) Marcel Breuer. Carta a Ms. Hooper, 07.01.1957. Baltimore, EE.UU. Fuente: Marcel Breuer Digital Archive. 

(4) Marcel Breuer. Carta a Ms. Hooper, 07.01.1957. Baltimore, EE.UU. Fuente: Marcel Breuer Digital Archive. 

(5) Carles Martí, “La casa binuclear según Marcel Breuer. El patio recobrado”, Fuente: DPA Documents de Projectes d’Arquitectura, Escola d’Arquitectura de Barcelona, 1997.   

(6) Marcel Breuer. Carta a Ms. Hooper, 07.01.1957. Baltimore, EE.UU. Fuente: Marcel Breuer Digital Archive.

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